A veces no entendemos por qué no dormimos bien, no nos concentramos en nuestra mesa de trabajo, nos sentimos nerviosos en el sofá o no entendemos por qué la planta que ponemos  en aquel rincón siempre acaba marchita.

¿Sabes que esto podría deberse a las energías telúricas? Existen unas redes formadas por lineas que son como paredes invisibles de kilómetros de altura que lo atraviesan todo y que están presentes en todo el planeta.

Las lineas Hartmann, descubiertas por el Dr. Ernst Hartmann, están distribuidas aproximadamente cada dos metros sentido norte/sur y unos 2,5 metros este/oeste. Estas lineas tienen un grosor de 21cm.

Las lineas Curry forman una red de entre 4 y 6  metros en sentido noreste/suroeste y noroeste/sureste y tienen un ancho de unos 50 cm.

Las lineas en si, no son excesivamente perjudiciales si no eres electrosensible, el problema está en los cruces, si duermes encima de uno de ellos puede ser muy perjudicial, emite una fuerte radiación y tu cuerpo puede reaccionar con nerviosismo, dolores musculares, ansiedad, insomnio, irritabilidad, cansancio extremo o estrés. En caso de estar muchas horas al día sobre esas energías, puede afectar a la salud con multitud de enfermedades que suelen empezar con cardiopatías e inflamación y desncadenar patologías más graves. A estas interacciones de las energías telúricas con nuestro cuerpo se les llama geopatías.

8 de cada 10 personas tienen alguna geopatía.

Las venas de agua son corrientes de agua subterránea que al cruzarse con estas lineas telúricas amplifican la radiación electromagnética haciéndola mucho más dañina para nuestra salud y que aumentan si hay alguna antena cerca o una mala toma de tierra, y se agrava en zonas graníticas.

Otras causas de geopatías no tan frecuentes son fallas, grietas, cuevas, chimenéas telúricas, etc.